Pareja de Chorlos Pico Grueso deleitándose unos crustáceos (foto por Jaime Martínez).
Por Abril Heredia Morales y Jaime Martínez Reyes, Co-coordinadores del Programa de Monitoreo de Aves Acuáticas, Centro Prescott A.C.
El trabajo de conservación del Estero La Cruz se ha mantenido como un ensamble que evoluciona junto con las demandas del entorno. Ubicado en la pequeña y pintoresca comunidad costera de Bahía de Kino en el estado de Sonora, es uno de los humedales más extensos de la costa central del estado. Sin embargo, podría pasar desapercibido por muchos si no se dan el tiempo de observarlo. Las comunidades humanas continúan aprovechando los recursos disponibles. Así también, el mosaico de hábitats brinda refugio y los recursos esenciales para que peces, moluscos, crustáceos, tortugas marinas y aves acuáticas completen sus ciclos de vida. El Estero La Cruz es, desde el 2013, el doceavo sitio Ramsar del estado por su importancia para la conservación de la biodiversidad mundial.
El Centro de Estudios Culturales y Ecológicos de Bahía de Kino de Prescott College ha liderado el esfuerzo de monitorear las aves acuáticas en Estero La Cruz y sus alrededores desde hace más de una década, financiado en parte por el Sonoran Joint Venture. El Programa de Monitoreo de Aves Acuáticas está representado por diversos investigadores quienes han mantenido monitoreos. Los esfuerzos comienzan en otoño, cuando grupos de playeros migratorios como el Picopando Canelo, Zarapito Pico Largo, Playero Pihuihuí y Playero Occidental se alimentan en las planicies mareales. Los bancos de arena expuestos son usados por congregaciones mixtas de gaviotas Californiana, Pico Anillado, Reidora y charranes de Forster, del Caspio y quizá algún inusual Charrán Pico Grueso. Tarde llegan la Branta, el Mergo Copetón y el Pelícano Blanco, en ocasiones decenas de Rayadores Americanos. En menor cantidad, el Zambullidor Orejón y el Colimbo Mayor se alimentan en el humedal, pero sus números aumentan al cruzar la boca del estero conectándolo así al Golfo de California, uno de los mares más productivos del mundo. Todas estas aves arriban en diferentes ventanas de tiempo, creando así un espectáculo de sucesión que se extiende a lo largo de la temporada. Conforme se acerca el tiempo de volar a los sitios de reproducción en regiones templadas, boreales y árticas del hemisferio norte, estos visitantes son relevados por otros migrantes o residentes que se reproducirán en islas del golfo, el Charrán Elegante, el Cormorán Orejudo, el Pelícano Café y la Gaviota Plomiza. Mientras que el Ostrero Americano y el Chorlo Pico Grueso eligen sus sitios de anidación en las playas arenosas y de conchitas en el estero.
Todas estas especies usan el estero para realizar sus actividades vitales. La conservación y manejo sustentable de los recursos es crítica a nivel del sitio. En este sentido, los datos obtenidos por el programa a través de los años han apoyado la realización del plan de manejo de Estero La Cruz por parte del Programa de Conservación de Humedales del Centro Prescott. Actualmente, se están analizando datos sobre la riqueza de especies y la abundancia de aves acuáticas para determinar las tendencias en el número de aves y la estacionalidad a lo largo del tiempo. Así mismo, los miembros del programa se involucran en asesoría y entrenamiento a grupos comunitarios de monitoreo y actividades con fines educativos sobre la riqueza biológica y cultural del sitio. Las acciones de conservación también son importantes en un contexto de conectividad en el Corredor Migratorio del Pacífico. La situación de las especies y sus hábitats en un sitio influyen la dinámica en las acciones de conservación. Es por esto que el conocer todo este ensamble de actividades es de gran importancia para la conservación del Estero La Cruz.