Los miembros del Cuerpo Urbano de San Diego, guiados por River Partners, se reúnen para una fotografía en grupo después de un día provechoso de restauración del hábitat (foto cortesía de River Partners).
Por Ezra Neale, Ecólogo de restauración y River Partners
El condado de San Diego es una de las partes de mayor diversidad biológica en nuestro país. Contiene más especies amenazadas y en peligro de extinción que cualquier otro condado en EEUU, pero también se enfrenta a una presión importante debido al aumento en el desarrollo y la escasez de agua. River Partners ha estado restaurando el hábitat ribereño en San Diego desde el 2008 para ayudar a apoyar la restauración y la recuperación de la biodiversidad en la región, y hasta ahora ha restaurado más de 500 acres de hábitat en el condado.
En julio de 2018, River Partners cumplió otro logro al concluir el Proyecto de Restauración Ribereña del Río San Dieguito de 100 acres. El proyecto yace en el Valle de San Pascual adyacente a Escondido, CA en terrenos propiedad del Distrito de Servicios Públicos de la Ciudad de San Diego y administrados por el mismo. El área del proyecto es parte de la altamente valiosa Cornerstones Land identificada en el Plan de Subárea del Programa de Conservación de Múltiples Especies de la Ciudad de San Diego (MSCP).
Para implementar el proyecto, River Partners trabajó estrechamente con muchos socios incluyendo la Ciudad de San Diego, el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EEUU y el Servicio Geológico de Estados Unidos. El primer paso implicó trabajar como coalición para planificar y diseñar el proyecto para brindar un hábitat tanto para aves neotropicales, incluyendo al vireo de Bell menor, reptiles y anfibios, en particular el sapo de arroyo, así como una serie de especies de vida silvestre que dependen del río. El diseño final incluye aproximadamente 80 acres de hábitat ribereño. Incluye una mezcla de árboles del estrato superior y matorrales del sotobosque orientados hacia un hábitat de aves neotropicales, así como 20 acres de pastizales diseñados para proporcionar hábitat de estivación para el sapo de arroyo, recursos para los polinizadores nativos y un hábitat abierto para las aves ribereñas que prefieren campos de vegetación baja como el picogordo azul y el jilguero aliblanco.
Los esfuerzos como este necesitan la ayuda de mucha gente que se meta a la tierra y haga el trabajo físico de la restauración. Colaboramos con el Cuerpo Urbano de San Diego, un grupo que brinda capacitación pagada, servicios de apoyo y una segunda oportunidad para que los jóvenes concluyan su diploma de educación secundaria, mientras se ofrece simultáneamente una variedad de servicios profesionales a la comunidad. Los miembros del cuerpo realizaron la mayor parte del trabajo eliminando las plantas no nativas, plantando el sitio con árboles y matorrales nativos, y se utilizarán a lo largo de la vida del proyecto para mantener el sitio. La sociedad entre River Partners y el Cuerpo Urbano ofrece la singular oportunidad de brindar empleos y la capacitación en la restauración del hábitat para jóvenes con carencias empleados en el condado.
El proyecto también es muy visible al público, ofreciendo oportunidades de recreo y educativas para la comunidad de la localidad. De hecho, el sendero Costa a Cresta de 70 millas, que va desde la costa cerca de Del Mar, CA hasta el Valle de San Pascual, pasa directamente por el proyecto y recibe diariamente la visita de cientos de miembros de la comunidad. Para educar al público, River Partners fijó señalizaciones, desarrolló una página en Facebook y llevará a cabo días de voluntarios para conectar a la comunidad con este importante esfuerzo de restauración.
En los próximos años, estaremos monitoreando una diversa mezcla de vida silvestre incluyendo especies prioritarias como la mariposa quino, el sapo de arroyo, la lagartija cornuda, la perlita californiana y el vireo de Bell menor. Además, estaremos trabajando estrechamente con la Ciudad de San Diego para restaurar hasta 400 acres más en el Valle de San Pascual. El éxito del proyecto de restauración se medirá por la habilidad de brindar un hábitat a las especies poco comunes y aquellas en peligro de extinción, así como enriquecer la vida de la gente en todo el condado de San Diego.