Un baño de pozo típico en parques estatales y nacionales (flickr photo by Grand Canyon National Park, shared under a CC BY 2.0 license).
Por Emily Clark
Si disfrutas estar al aire libre, es muy probable que hayas ido a un parque o un área recreativa, que hayas usado las instalaciones y que no hayas pensando acerca de la ingeniería que implica poner un servicio en un área remota. Los senderos y los campamentos no siempre cuentan con sistemas de drenaje desarrollados, pero aun así deben contemplar los desechos de los visitantes. En muchos casos la solución son servicios de pozo, que son relativamente económicos de instalar y de bajo mantenimiento. Estos sistemas se han utilizado por décadas y funcionan como excusados exteriores. Hay un asiento colocado sobre un agujero, asentado sobre un “sótano” o pozo de acumulación de desechos instalado bajo el nivel del suelo. El pozo se hace con concreto reforzado y puede acumular grandes cantidades de desechos sin usar agua. Las tuberías de ventilación se localizan en la parte de atrás del baño y al calentarse con el sol, proporcionan un flujo del aire que mantiene los olores del baño a un mínimo.
¡Esto funcionó muy bien hasta que algunas personas muy sorprendidas se llevaron el susto de sus vidas al estar sentados en el trono! En el Bosque Nacional Boise hace unos siete años, Joe Foust, el biólogo de campo, recibió una de las llamadas más interesantes. Un búho estaba atrapado en el baño y se le envió para que investigara. En efecto, cuando Foust se asomó por el hoyo, un par de ojos lo miraban. Después de un rescate bastante complicado con limpieza de por medio, Foust pudo liberar al ave, un diminuto mochuelo boreal. Su historia y su foto rápidamente dieron la vuelta por la red social biológica.
Por suerte, una de esas personas en enterarse fue Roger Smith, cofundador del Centro Teton Raptor (TRC). El TRC es una organización de conservación sin fines de lucro en Wyoming. Su misión es promover la conservación de las aves rapaces a través de la educación, la investigación y la rehabilitación. Junto con el mochuelo boreal de Foust, el TRC se enteró de otros incidentes de aves rapaces atrapadas incluyendo al tecolote afilador, al tecolote occidental y al búho cara café, así como otras aves que anidan en huecos incluyendo al pato arcoíris, al cernícalo americano y varias especies de carpinteros. Los conductos de ventilación atraen a las aves porque asemejan cavidades en los árboles, que algunas especies utilizan para anidar, almacenar alimento o posarse. Sin embargo, a diferencia de las cavidades en los árboles, una vez adentro de estas tuberías de ventilación, la superficie lisa de la tubería no les permite sujetarse con sus garras, la orientación vertical alta es demasiado, o las aves sencillamente caen en el pozo y quedan atrapadas. Sin algún salvador amable dispuesto a ensuciarse, el ave morirá. No es un tema de estudio fácil o agradable, de modo que nadie sabe exactamente cuántas aves quedan atrapadas en los pozos. No obstante, con muchos miles de pozos propagados por todo el país, el riesgo es significativo. Mientras que el enfoque central de TRC es la conservación de las aves rapaces, este problema afecta potencialmente a tantas especies de aves que el TRC decidió hacer algo al respecto; así nace el Proyecto Poo Poo.
A través de una serie de esfuerzos de prueba y error, el TRC diseñó sus propias mallas fabricadas en la localidad, que evitan de manera eficaz que las aves entren a las tuberías sin alterar la ventilación de los baños. Las mallas del TRC no sólo son fáciles de poner y duraderas, lo que es más importante, son económicas. En comparación con otros productos en el mercado que se venden en aproximadamente $100, la malla Poo Poo de tan sólo $29.95 (o menos si se compra en grandes cantidades) es una excelente opción, en especial para las propiedades con poco presupuesto o con muchos pozos qué tapar.
Según David Watson, Coordinador del Proyecto Poo Poo, “queríamos lograr una diferencia a nivel nacional . . . una de nuestras metas clave era generar conciencia”. Al producir un producto de alta calidad a un precio asequible, la voz se corrió rápidamente e hizo que el trabajo del TRC fuera más allá de la concientización.
Conforme más biólogos y administradores de las tierras aprenden de los riesgos de los baños de pozo para la vida silvestre, quieren arreglarlo. En palabras de Watson, el Proyecto Poo Poo crea una “solución sencilla a un problema nacional”.
Y lo que es mejor, el equipo del TRC empezó la campaña “Patrocina una malla”, en la que los donantes cubren el costo de las mallas que se distribuyen directamente a los parques y las áreas recreativas necesitadas. La falta de presupuesto ya no es una razón por la cual no tapar las tuberías de ventilación. Los socios del proyecto son organizaciones públicas y privadas. Incluyen a organismos que manejan grandes extensiones de terrenos como el Servicio Nacional de Parques y el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EEUU así como aquellos que trabajan a escalas menores, como los parques de los condados.
Actualmente en su séptimo año, el 2017 marca eventos importantes para el Proyecto Poo Poo. Ha distribuido más de 10,000 mallas a más de 330 socios en los 50 estados. Esta es una hazaña increíble para una organización pequeña. Watson lo atribuye al “gran equipo de gente del Centro Teton Raptor”. Además del personal trabajador, el TRC depende de su equipo de voluntarios entregados, que cubrieron más de 9,000 horas tan sólo el año pasado. Todavía adquiriendo impulso, los voluntarios ayudan a que el Proyecto Poo Poo cumpla con la gran demanda y mantenga los costos bajos. El TRC es un gran ejemplo de cómo una pequeña organización puede lograr una gran diferencia en la conservación de las aves.
¿Cómo puedes ayudar?
Si ves una ventilación abierta sin malla, por favor comunícate con el administrador de las instalaciones. Les puedes avisar de los riesgos de las tuberías abiertas para la vida silvestre y ofrecer una gran solución: Mallas Poo Poo. Si te responden que las mallas no están en el presupuesto, diles del programa “Patrocina una malla”. Descarga el folleto del Centro Teton Raptor y distribúyelo. Haz clic aquí para saber más del Proyecto Poo Poo, el Centro Teton Raptor y demás formas en las que puedes ayudar.