Mientras que muchas de las tierras bajas de la península de Baja California en México se caracterizan por el panorama del desierto y el clima árido, la región también está salpicada de cuerpos de agua dulce permanentes conocidos como oasis. Para la fauna de la localidad, dichos oasis ofrecen importantes recursos como alimento, protección y agua dulce. La mascarita peninsular (Geothlypis beldingi) es una especie endémica que sólo se encuentra en Baja California Sur. Se calcula que la población global es de sólo 1,500 a 4,000 individuos. Esta especie se enfrenta a graves amenazas debido a la pérdida del hábitat, incluyendo la sobreexplotación de los acuíferos, los incendios, el pastoreo insostenible, alteraciones y el desarrollo costero mal planeado. Parte del reto para la mascarita peninsular es que tiene requisitos de hábitat muy específicos. Sólo habita en los carrizos y totoras de la vegetación que rodea estos pocos oasis peninsulares. Se tiene muy poca información sobre la especie. Por dichas razones, el gobierno mexicano y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza clasificaron a la mascarita peninsular como en peligro de extinción.
Con financiamiento del Programa de Apoyos del SJV, el Dr. Roberto Carmona de la Universidad de Baja California Sur, en colaboración con el Dr. Miguel Cruz, Gustavo D. Danemann, Adriana Hernández Álvarez, Gerardo Marrón y Abigail Rivas Orilla de Pronatura Noroeste, desarrollaron un proyecto para contribuir a la conservación de la mascarita peninsular en dos oasis de Baja California Sur. Los tres principales objetivos del proyecto fueron:
- Determinar la abundancia de la mascarita peninsular en el oasis de Todos Santos, B.C.S., México
- Difundir la importancia de los oasis para la conservación de la mascarita peninsular
- Presentar una propuesta de hábitat crucial a la Dirección General de Vida Silvestre del gobierno mexicano para designar los oasis como áreas protegidas
Durante 2014 y 2015, con apoyo del SJV, los investigadores implementaron un programa de monitoreo para determinar la abundancia mínima de la mascarita peninsular. Entre abril de 2014 y diciembre de 2015, tuvieron 1,755 registros de mascarita peninsular en ambos oasis. Identificaron a aproximadamente 154 individuos entre los dos sitios. Debido a que observaron polluelos durante mayo y junio, también pudieron confirmar la reproducción en ambos oasis.
La principal amenaza a la integridad ecológica de un oasis es la interrupción o la diversión del arroyo de agua dulce que lo alimenta. Mientras que el sistema fluctúa anualmente por la cantidad de lluvia, sin agua dulce suficiente, la laguna se vuelve hipersalina. Ello puede ocasionar que las plantas, los insectos acuáticos e incluso los peces, mueran. Los insectos acuáticos son la principal fuente de alimento para la mascarita peninsular, de modo que afectan directamente su supervivencia. Por ejemplo, en 2015, los investigadores no detectaron ningún éxito reproductivo en alguno de los oasis, muy posiblemente debido a la falta de recursos alimenticios. Para garantizar la supervivencia de esta especie en peligro de extinción, es fundamental proteger la integridad de los hábitats cruciales restantes.
Debido a que la actividad humana es la mayor amenaza a los oasis, los investigadores llevaron a cabo una serie de actividades de extensión con la comunidad de la localidad y las dependencias del gobierno. Dieron presentaciones en las escuelas primarias para enseñar información básica de los oasis, su importancia para la comunidad, los animales que ahí habitan y su relación con la mascarita peninsular. Los investigadores brindaron recomendaciones al gobierno local para apoyar la conservación de la especie con la meta de transmitir las mejores prácticas para su conservación. Debido a que la mascarita peninsular es una especie endémica, muchos observadores de aves viajan a la región con la esperanza de verla. En un esfuerzo por dirigir este interés en apoyo de la conservación, los investigadores ofrecieron un curso de identificación de aves a las guías de ecoturismo de la región y al público en general. Incluyó los aspectos básicos de la observación e identificación de aves, así como la importancia de la participación ciudadana en la generación de conocimiento para la ciencia y la conservación.
Los investigadores actualmente trabajan en la última fase del proceso: presentar una propuesta al gobierno mexicano para designar los dos oasis como áreas protegidas, y proporcionar una protección a largo plazo a ambos sitios importantes y a las especies que dependen de ellos.
Para conocer cómo puedes ver a la mascarita peninsular en la región del SJV, visita Mexico Birding Trail.
Para conocer más sobre estos esfuerzos, comunícate con el Dr. Roberto Carmona.
Todas las fotos son cortesía de Pronatura Noroeste A.C. y el Laboratorio de Aves de la Universidad Autónoma de B.C.S.