Charrán mínimo cuidando de su pollo en la colonia de anidación del Estero de Punta Banda, Baja California (foto por Jonathan Vargas).
Por Liliana Ortiz Serrato Pro Esteros, A.C.
El Charrán mínimo (Sternula antillarum browni) es un ave marina migratoria de la familia Laridae y es el más pequeño de los charranes. Cada año, durante los meses de primavera y verano, esta subespecie llega al sur de California, a la península de Baja California, y a lo largo de la Costa Pacífica de México con el objetivo de reproducirse. Esta ave anida cerca de los humedales, como playas arenosas, dunas y salitrales. Al sur de Ensenada Baja California, en el Estero de Punta Banda, se establece una de las colonias más importantes y de mayor tamaño del estado, aproximadamente 70 parejas reproductoras. Cuando finaliza la temporada reproductiva, emprende su migración al sur junto a sus pollos, donde pasarán el invierno. Si bien su distribución invernal no se conoce en detalle, se han observado grupos en Colima, México y dentro de Guatemala, indicando que su rango se extiende hasta Centroamérica.
Nuestro trabajo y experiencia con el Charrán mínimo
En Pro Esteros, trabajamos para la conservación de los humedales del Noroeste de México. Se encuentra el Charrán mínimo en Protección Especial por las Normas mexicanas y por eso por lo que desde el 2014 hemos monitoreado la anidación del Charrán mínimo en el Estero de Punta Banda. Hemos estudiado su comportamiento, analizado los datos de monitoreo para determinar el éxito reproductivo, comparado los cambios en la calidad del hábitat y documentado las amenazas que enfrenta cada año. Esto nos ha permitido desarrollar estrategias específicas para la conservación del hábitat y la protección de los nidos.
Desde 2018 hemos delimitado el área de anidación con un cerco temporal para reducir la perturbación humana, protegiendo alrededor de 70 nidos. Aactualmente nuestros esfuerzos han aumentado, y a partir del 2019 se han sumado amigos y colaboradores en las acciones de conservación como Fauna del Noroeste, Ryan Ecological Consulting, Jonathan Vargas de Soluciones Costeras, la Universidad Autónoma de Baja California, autoridades municipales y estatales.
Anidación en el Estero de Punta Banda
El Estero de Punta Banda se encuentra en buen estado de conservación, sin embrago, los depredadores naturales y las marejadas han ejercido mucha presión sobre la colonia. A través de estos años hemos visto la disminución del éxito reproductivo, comparándolo con lo reportado por Palacios (1992), que contabilizó más de 160 pollos, con un éxito de eclosión del 85%. Durante nuestros registros en 2019 eclosionaron 7 pollos, con un éxito de eclosión del 7%, sin embargo, debido a la fuerte depredación, ningún pollo sobrevivió.
Para la temporada 2020 nuestro objetivo fue aumentar el éxito reproductivo del Charrán mínimo, el cual lo logramos mediante la implementación de varias acciones. Para cumplir nuestro objetivo delimitamos la zona de anidación con un cerco temporal, con lo cual evitamos un 90% el disturbio antropogénico, quitamos vegetación exótica para brindarles más espacios para su anidación. Así mismo implementamos un sistema Fladry (banderines de colores adheridos a la cerca), y con esto reducimos la intrusión de los depredadores como coyotes y zorras en las primeras semanas. También implementamos un sistema de ahuyentadores sonoros alrededor de la colonia, los cuales estuvieron activos día y noche casi toda la temporada reproductiva. Después de la instalación de los ahuyentadores se redujo la intrusión de los depredadores a la colonia. Sin embargo, los cánidos buscaron la forma de entrar a la colonia por la playa. Aun así, dio oportunidad a las aves de avanzar con la anidación y lograr la eclosión de más pollos.
A pesar de todas las acciones llevadas a cabo, se observó una fuerte depredación. Esto era principalmente por coyotes, que depredaron el 50% de los nidos registrados durante la temporada. Sin embargo, se aumentó el éxito, obteniendo el 31.61% de éxito de eclosión (equivalente a 55 pollos). De aquellos, 18 pollos sobrevivieron a la edad de volantón, quienes fueron anillados para darles seguimiento y esperar su regreso a los próximos años.
Con los resultados obtenidos durante nuestro trabajo de monitoreo podemos notar que la tendencia de su población va en disminución y que, si sigue así, podría posicionarse en un estado más crítico como subespecie. Las alianzas nacionales e internacionales continuas son cruciales para conservar esta especie en todo su rango y así poder determinar cuál es el estado actual de la población de esta subespecie, para juntos establecer las estrategias para su conservación.