El “Equipo del zarapito” en Santa Clara, Sonora, México. De izquierda a derecha, Juan Carlos Medina, Benito Rocha, Érica Gaeta, Juan Butrón, José Juan Butrón, Juan Ángel Butrón (fotografía de Érica Gaeta).
Por Erica Gaeta, Técnica de campo de temporada, Terra Peninsular
El zarapito pico largo (Numenius americanus) es el ave playera de mayor tamaño en Norteamérica y depende de una variedad de hábitats de pastizales, agrícolas y costeros. Es una especie de importancia para la conservación debido a las disminuciones en su población, ocasionadas por una variedad de factores incluyendo la pérdida del hábitat y las alteraciones humanas. Aunque se han llevado a cabo numerosos estudios a lo largo de la zona de distribución de reproducción y de invierno en el occidente de Estados Unidos y Canadá, existe información limitada sobre la ecología de invierno del zarapito pico largo en México.
Desde 2013, el Intermountain Bird Observatory (IBO) dirigido por el Dr. Jay Carlisle, ha colaborado con muchos socios para seguirle la pista al zarapito pico largo desde las áreas de reproducción en el occidente intermontañoso hasta las áreas de invierno en California y México, incluyendo los lugares en la región del SJV. Al colocar transmisores satelitales en las aves se amplió el entendimiento de la especie más allá de su breve temporada de reproducción al conocer más sobre las rutas migratorias, los sitios de descanso y los lugares para pasar el invierno. Muchos individuos etiquetados migraban y pasaban el invierno en México, con una pequeña concentración en la región árida fronteriza del Valle de Mexicali. En 2016, Carlisle presentó dicha investigación al Consejo Administrativo del SJV. Ello resultó en la formación de nuevas sociedades para la colaboración en investigación y conservación del zarapito centrada en la conectividad con México.
Con financiamiento del Programa de Apoyos del SJV, este proyecto es un esfuerzo binacional dirigido por el Dr. Eduardo Palacios, miembro del consejo del SJV y Terra Peninsular, e investigador científico del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada. Está codirigido por el Dr. Jay Carlisle de IBO y la Universidad Estatal de Boise. Érica Gaeta, técnica de campo de temporada de Terra Peninsular y antigua técnica de zarapito del Servicio Geológico de EEUU e IBO, conduce el trabajo de campo. Otro colaborador clave en nuestro equipo es Pronatura Noroeste, cuyo personal, incluyendo a Juan Butrón, José Juan Butrón, Juan Carlos Medina, Benito Rocha y Juan Ángel Butrón, brindó una crucial asistencia de campo, conocimiento de la localidad y apoyo logístico.
La intención de este proyecto es: 1) identificar al zarapito pico largo que pasa el invierno en el Valle de Mexicali y el norte del Golfo de California utilizando los datos del transmisor satelital y 2) coordinar el monitoreo del zarapito pico largo de invierno para obtener información valiosa sobre las preferencias del hábitat de invierno, el comportamiento al posarse y forrajear y documentar las amenazas a las que se enfrenta el zarapito.
Iniciamos nuestro estudio piloto en enero y continuamos hasta principios de marzo de 2019. Identificamos a tres zarapitos pico largo de invierno con transmisores satelitales en el Valle de Mexicali. Rastreados desde los sitios de reproducción en Wyoming, Montana y Idaho. Nombrados a partir de su bandera alfanumérica teníamos a: “61” (macho, atrapado en New Fork, Wyoming), “JE” (macho, atrapado en Florence, Montana), y “HP” (hembra, atrapada en Saratoga, Wyoming). En la costa norte del Golfo de California teníamos a “HX” (hembra, atrapada en Island Park, Idaho). Ubicamos exitosamente a 65 bandadas utilizando una variedad de cultivos como alfalfa, trigo, espárrago, pasto Sudán y cebolla. Dada la demanda humana por el uso del agua y la posible sequía en la árida región fronteriza, es importante compartir esta información con los terratenientes y los administradores no sólo para mantener la productividad agrícola sino para beneficiar a las poblaciones de zarapito.
También pudimos identificar varias amenazas presentes en el Valle de Mexicali, tanto naturales como antropogénicas, que afectan al zarapito pico largo. Observamos con mayor frecuencia a los depredadores naturales o las alteraciones del halcón peregrino, gavilán rastrero, aguililla cola roja y coyote a corta distancia y (o) haciendo salir al zarapito pico largo. En cuanto a alteraciones antropogénicas, observamos que algunos terratenientes utilizan técnicas letales y (o) no letales para impedir que las aves entren a sus campos. En particular, varios de los cultivadores de trigo reportaron una percepción negativa ante los zarapitos y demás aves acuáticas debido a que éstos ocasionan problemas a la agricultura durante las etapas de siembra inicial y de riego. Cuando las semillas se aplastan y hunden en el suelo o las aves pisotean plántulas, inhiben el crecimiento y se reduce la producción de la cosecha. Las técnicas no letales utilizadas para ahuyentar a las aves fueron sacándolas (contratando a alguien para sacarlas físicamente), y con cañones de aire compreso o pirotecnia (sonido como fuerza disuasoria). La técnica letal fue disparar a las aves con un arma.
Aunque no observamos caza furtiva, durante cuatro monitoreos, los terratenientes o los guardias nos hicieron preguntas acerca de nuestra presencia en sus terrenos. Cuando compartimos la información de nuestro estudio, nos mencionaron el problema de la caza furtiva de ciudadanos estadounidenses. Un terrateniente describió haber encontrado varias aves con disparos en su propiedad. Es necesaria una mayor investigación sobre la percepción del zarapito pico largo en los trabajadores y terratenientes agrícolas (en especial aquellos que cultivan trigo), además de las demandas de caza y caza furtiva en el Valle de Mexicali.
Conforme continuamos nuestro trabajo en el Valle de Mexicali, esperamos llevar a cabo entrevistas formales con los terratenientes de la localidad y los trabajadores agrícolas para reunir más información sobre sus percepciones del zarapito pico largo. Una vez que podamos evaluar con seguridad la magnitud de dichas amenazas identificadas, planeamos colaborar con los terratenientes y administradores. Esperamos desarrollar técnicas para beneficiar a la productividad de los cultivos y al hábitat del zarapito pico largo aplicando la ciencia para mejorar las prácticas de uso del suelo en las áreas agrícolas del Valle de Mexicali, en México.