Un Rayador Americano en Islote Afegua, ensenada de La Paz, La Paz, Baja California Sur, México (foto cortesía de Edgar Amador).
Por Eduardo Palacios, Científico de Investigación, Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE)
Los humedales costeros del noroeste de México son algunos de los más importantes para las aves acuáticas migratorias que invernan en México, por ende, su conservación es prioritaria y su manejo se podría sustentar en el monitoreo de especies focales. También es importante determinar cuáles son las amenazas y disturbios que tienen este grupo de aves y sus hábitats, para coadyuvar en su conservación y beneficiar a las aves migratorias y otras especies residentes que comparten estos hábitats.
En la primavera de 2017, en Ensenada, B.C. con financiamiento del Programa de Apoyos del Sonoran Joint Venture, Terra Peninsular en colaboración con el CICESE y, el Grupo Aves del Noroeste (GANO), y Point Blue Conservation Science realizaron un taller de expertos y líderes de sitio para desarrollar un protocolo estándar de monitoreo de aves acuáticas migratorias y de sus hábitats. Este protocolo se enfoca en aquellos 13 humedales costeros del noroeste de México que son prioritarios para las aves acuáticas migratorias (sin incluir patos y gansos), y que sostienen poblaciones importantes de al menos una de las cuatro especies focales (Pelícano Blanco Americano, Pelícano Café, Charrán de Forster, y Rayador Americano) de este programa. Sin embargo, este protocolo de monitoreo coordinado de aves se podría implementar en otros humedales costeros o interiores de México, y también para otras especies dependientes de humedales. Además, es compatible con otros protocolos de monitoreo al norte y sur de México.
Este protocolo de monitoreo permitirá a manejadores de espacios naturales a 1) estandarizar los conteos de aves acuáticas y el monitoreo del hábitat, 2) evaluar las condiciones locales del hábitat y cuantificar el uso de los humedales por las aves acuáticas durante los períodos no reproductores, 3) colectar datos sobre aves acuáticas y sus hábitats a escala local (p.ej. Bahía San Quintín) que pueden sumarse para generar resúmenes descriptivos y/o análisis a escalas espaciales mayores (p.ej. Península de Baja California, noroeste de México, y corredor migratorio), 4) usar el manejo adaptativo de recursos y ajustar las acciones de conservación a medida que se genere más información sobre las respuestas de las aves acuáticas a las medidas específicas de manejo que se implementen en un sitio, y 5) documentar y atender amenazas que se presenten en el sitio de conservación.
El protocolo de monitoreo se implementó durante mitad del invierno en el período del 15 de diciembre 2017 al 31 de enero 2018 en los sitios importantes para especies acuáticas prioritarias que incluyen una o más de las cuatro especies focales. Se hace un censo terrestre completo en un área determinada, además de recopilar información específica sobre el hábitat. La implementación de este programa de monitoreo se llevará a cabo por el grupo GANO. El GANO es una red coordinada de más de 50 voluntarios y biólogos profesionales de 13 instituciones. Un líder por región se coordinó con los líderes de sitio y éste con los equipos de observadores locales. Si el programa se extiende a mas regiones de México en el futuro, habrá un coordinador nacional que trabajará de cerca con los coordinadores regionales.
Desde 2015 a la fecha en los conteos de aves playeras también se cuentan aves acuáticas y se almacenan en la misma base de datos California Avian Data Center (CADC) del Proyecto de Aves Playeras Migratorias que esta hospedada en Point Blue Conservation Science y que es un nodo de la Avian Knowledge Network. Los datos se capturan mediante un portal en internet con versiones en inglés y español. La información cruda está y estará disponible mediante previa solicitud.
Los próximos pasos para el proyecto serán evaluar las tendencias poblacionales y de distribución espacial en relación con cambios en el hábitat, disturbios, cambio climático y otros factores limitantes para estas especies. Se espera que manejadores de áreas naturales y científicos colaboren para seguir desarrollando y afinando protocolos de monitoreo y bases de datos que ayuden a tomar decisiones de manejo de aves acuáticas y sus hábitats a escalas espaciales múltiples.
Los planes de manejo de las áreas prioritarias en la región se verán beneficiadas con este programa de monitoreo, ya que será un insumo importante que tendrán los directores y personal de cada Área Natural Protegida para tomar decisiones de manejo y evaluar la efectividad de las acciones de manejo que se implementen en cada área. Este programa de monitoreo debería ayudar a un administrador de sitio a decidir por ejemplo cual especie debe manejar en un sitio determinado; Que tan importante es ese sitio individual en la escala global; Como podría coordinarse con otros manejadores en la región de tal forma que las aves tengan hábitat suficiente y de buena calidad, y en el tiempo y lugar adecuado.