Marcador de una concesión minera de pie durante décadas puede capturar y matar la vida silvestre (foto cortesía de Jim Boone).
Por Emily Clark
Los marcadores de las concesiones mineras que usan tuberías abiertas son una amenaza de muerte para las aves y la vida silvestre. En la parte occidental de Estados Unidos, la gran cantidad de tierras públicas la convierten en una cuestión particularmente importante. La Oficina de Administración de Tierras (BLM) es responsable de administrar la mayoría de dichas tierras públicas. Las leyes federales que gobiernan los minerales localizables les permiten a los ciudadanos explorar, descubrir y adquirir depósitos minerales en las tierras públicas. Históricamente, los prospectores usaban tuberías de PVC sin tapa para marcar los cuatro límites de sus concesiones. La vida silvestre entra al huevo de las tuberías abiertas buscando alimento, protección o una cavidad para hacer un nido. Lamentablemente, las paredes lisas de las tuberías impiden que la vida silvestre salga, lo que conduce a la deshidratación, inanición y muerte. Las tuberías abiertas matan a millones de aves y demás vida silvestre al año, una fuente de mortalidad que puede evitarse fácilmente. Para darse una idea de la amplia dispersión de este problema, en 2015, existían 3.5 millones de concesiones mineras en todo el país en tierras administradas por la BLM; Nevada tenía la mayor cantidad con más de 1.1 millones de concesiones registradas. Incluso si la mitad de dichas concesiones tuvieran tuberías abiertas como marcadores, serían más de un millón de trampas involuntarias, esperando a matar aves y demás vida silvestre.
Nevada encabeza la encomienda para resolver este problema. La ley estatal de 1993 prohíbe la instalación de tuberías sin tapa para marcar los límites de las concesiones mineras, pero no exige la eliminación de marcadores viejos, ni tampoco exige el monitoreo de las tuberías con tapa una vez que se instalan. Debido al deterioro del clima desértico, los cálculos sugieren que las tapas de aproximadamente la mitad de las tuberías que se taparon cuando se instalaron se han caído, lo cual representa una amenaza para la vida silvestre. Pete Bradley y Christy Klinger, biólogos de vida silvestre con el Departamento de Vida Silvestre de Nevada (NDOW), han encabezado un esfuerzo tanto para eliminar las tuberías abandonadas y evitar muertes futuras, como para documentar los impactos que las tuberías tienen en la vida silvestre. Se dieron cuenta que la ley no era muy amplia y trabajaron con los líderes de la Sociedad Audubon de la localidad para redactar el borrador de una nueva legislación, la cual se aprobó en 2009. La nueva ley exige el uso de marcadores sólidos (no tuberías huecas con tapa), invalida cualquier concesión minera marcada con una tubería abierta, y lo más importante, incluye una estipulación ciudadana que permite a cualquiera sacar marcadores de concesiones mineras y colocarlos en el suelo (en vigor en 2011). Lamentablemente, la mayoría de los estados no cuenta con estas estipulaciones, donde las concesiones con tuberías abiertas de PVS siguen siendo legales.
Mark Slaughter es el Supervisor de Recursos Naturales del Distrito del Sur de Nevada para la BLM. Inicialmente se percató del problema durante una salida de campo en 2008 para retirar las tuberías con Christy Klinger, en la que encontraron a 25 aves muertas en una sola tubería. Desde ese momento, le apasiona este tema y comprometió a su distrito a retirar las tuberías abandonadas que se extienden a lo largo de 3.6 millones de acres que manejan, lo cual es toda una hazaña.
“Una vez que empezamos, el alcance era un poquito más abrumador de lo que pensábamos. Tuvimos que detenernos y pensar en un plan a largo plazo”, explicó Slaughter.
Una parte del plan implica el uso de helicópteros para realizar censos aéreos de las concesiones mineras. Desarrollaron mapas topográficos que muestran las áreas con mayores densidades, las cuales trataron primero. “Del casi 1 millón de concesiones mineras en Nevada, sólo 200,000 están activas, y casi 800,000 están abandonadas”, afirmó Slaughter.
De acuerdo con Slaughter, eliminar las tuberías abandonadas es un esfuerzo conjunto. Varios grupos han ayudado en el esfuerzo incluyendo los empleados de la BLM y el NDOW, voluntarios de los capítulos locales de la Sociedad Audubon y demás ONG, brigadas de campo con el Great Basin Institute, bomberos que no están en turno y voluntarios del público en general.
Uno de dichos voluntarios, Jim Boone, es un ecólogo jubilado y excursionista ávido. Cuando supo del problema, Boone empezó a retirar las tuberías durante sus excursiones.
“Se vuelve una obsesión”, comentó Boone sobre su participación. “Cuando empecé a tirar los marcadores, encontré a muchas aves muertas y me horrorizó la situación. Ahora es una búsqueda para tirar marcadores y salvar aves”. Boone colabora con Slaughter y otros para organizar los esfuerzos voluntarios en el Condado de Clark en Nevada.
Mientras que la mayor parte de las aves muertas que se encuentran en las tuberías son aves que buscan una cavidad para hacer un nido, se ven impactadas muchas otras especies y vida silvestre. Al retirar las concesiones abandonadas hace unas semanas, Boone descubrió a 37 papamoscas cenizos muertos en sólo uno tubería, unas 66 aves muertas en solo dos tuberías, y cientos en total. Un ave vivo fue lanzado mientras que su compañero llamó tristemente de una yuca cercana. “Realmente te impresiona”, dijo de lo que encuentra en las tuberías. No sólo mueren aves, sino también mamíferos como las ardillas y los murciélagos y también reptiles e insectos.
Desde que comenzó el esfuerzo en el Distrito del Sur de Nevada, los trabajadores han tirado 15,500 tuberías abandonadas, limpiando el 95% de los 3.6 millones de acres. Slaughter calcula que quedan unas 1,000 tuberías por retirar. Están a punto de volverse el primer distrito de la BLM sin concesiones mineras abandonadas y Slaughter espera que su éxito inspire a otros distritos a hacer lo mismo.
En 2015, American Bird Conservancy, en colaboración con muchos otros socios, envió una carta urgiendo a la BLM y al Servicio Forestal a tomar acciones en este problema. En febrero de 2016, la BLM expidió un memorándum nacional titulado “Reducir las mortalidades evitables de vida silvestre”. El memorándum brinda políticas para que el personal de la BLM reduzca la probabilidad de los impactos adversos de las tuberías huecas sin tapa o las estructuras en forma de tubo en la vida silvestre, reemplazándolas con estructuras seguras o colocando mallas en las tuberías abiertas. Este cambio en las políticas es una victoria importante en la lucha por acabar con las muertes evitables e indiscriminadas de vida silvestre.
Los esfuerzos en Nevada son un ejemplo de cómo un problema a gran escala con una solución sencilla pueden abordarse paso a paso. Los siguientes pasos incluyen aprobar más leyes como las de Nevada, que más dependencias adopten políticas semejantes a las de la BLM y trabajar con todas las dependencias de administración de las tierras públicas y los ciudadanos para ayudar a poner dichas políticas en práctica.