Nido con huevos de garzón cenizo (foto de Jaqueline García Hernández).
Por Daniela Aguilera-Márquez, German Leyva-García y Jaqueline García-Hernández, Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo
Las garzas y aves zancudas similares habitan en una gran variedad de ecosistemas acuáticos costeros en los que se alimentan de vertebrados e invertebrados. Debido a esta variedad de fuentes de alimentación y a su cercanía a la costa, están expuestas a los contaminantes ambientales persistentes, como plaguicidas organoclorados, bifenilos policlorados (PCB) y metales pesados, es por esto que son consideradas especies indicadoras de estrés ambiental. La colonia de anidación del estero el Chilicochi, está caracterizada por ser sitio de anidación de por lo menos 12 especies, el estero se ubica en la parte interna de la isla Huivulai que forma parte del sistema lagunar de la bahía del Tóbari en Sonora, México. La bahía es el cuerpo receptor de al menos 10 drenes agrícolas y urbanos originados en el Valle del Yaqui, así como de descargas de granjas acuícolas de la zona.
Se determinaron las concentraciones de metales pesados en cascarón y contenido de huevo de aves de las familias Ardeidae y Threskiornithidae en la bahía del Tóbari, Sonora, México en un periodo de tres años (2010-2012) durante los cuales se llevó a cabo un dragado de la bahía y también se removió parcialmente una barrera de piedra o pedraplén.
Los niveles de mercurio en contenido de huevo están en el intervalo de 1.5-18 µg g-1 (peso seco) los cuales son suficientes para causar disminución del peso total del huevo, malformaciones del embrión, bajo porcentaje de eclosión, rendimiento en peso y supervivencia del polluelo. En 2010, ninguno de los huevos de aves muestreadas en nuestro estudio excedió este límite, sin embargo, en 2011 un 9% de huevos analizados excedió el límite y en 2012 un 15% lo excedió.
Las concentraciones de metales pesados a lo largo de los 3 años de muestreo se compararon en tres especies: garzón cenizo (Ardea herodias), espátula rosada (Platalea ajaja) y garza de dedos dorados (Egretta thula). En el año previo al dragado (2010), se encontraron concentraciones altas de cobre en contenido y cascarón, y durante los meses de dragado, este elemento esencial disminuyó tanto en contenido como en cascarón, recuperándose en 2012 aunque, solo en cascarón. El elemento no esencial, mercurio estuvo presente en mayores concentraciones en cascarón antes del dragado, pero después de éste, se incrementó su concentración y se movilizó al contenido. En el caso de cadmio, se observa una mayor concentración en cascarón antes del dragado, incrementándose durante el dragado, lo que podría indicar que el cascarón es una barrera eficiente para este metal.
Además, se compararon las concentraciones de mercurio entre aves que se alimentan por sondeo y las de acecho, las concentraciones de mercurio en contenido fueron mayores en sondeadoras (2.0 µg g-1) comparadas con las aves de acecho (0.58 µg g-1). Esta diferencia se observó a partir del dragado, por lo tanto, es posible que las aves sondeadoras estén adquiriendo mayores concentraciones de mercurio por su forma de alimentarse ya que junto con su presa están consumiendo los contaminantes del sedimento, que en este caso se incrementaron por el dragado.
Nosotros hipotetizamos que los impactos ambientales del dragado en una zona contaminada, como es la bahía del Tóbari, afectaron a las poblaciones de aves de esta zona de manera temporal. Sin embargo, se necesita más estudio para determinar los impactos a largo plazo. El dragado tuvo algunos beneficios positivos para el ecosistema, ya que aumentó la productividad marina y además las islas artificiales o tarquinas que se crearon con los sedimentos extraídos, son ahora sitios de anidación de una gran cantidad de aves playeras como charranes, gaviotas, chorlos y ostreros.
Se agradece al Area de Protección de Flora y Fauna (APFF) Islas del Golfo de California por el apoyo brindado por medio de proyectos PROCODES para la realización de este proyecto. Estos resultados están publicados en el Libro de Pacífico Mexicano: Contaminación e impacto ambiental: diagnóstico y tendencias, que se puede acceder aquí.