Grullas canadienses descansando en Bitter Lake NWR, Nuevo México (foto cortesía de Antonio Cantú).
Por Antonio Cantú¹ y Patrick Donnelly², ¹Harte Research Institute, Texas A&M University Corpus Christi, Corpus Christi, TX, ²Intermountain West Joint Venture, U.S. Fish and Wildlife Service, Missoula, MT
Los humedales del Desierto Chihuahuense juegan un papel importante en el mantenimiento de la conectividad migratoria de las aves acuáticas en Norteamérica, proporcionando áreas para el descanso y el abastecimiento durante sus traslados entre zonas de reproducción e invierno. En particular, la disponibilidad y la temporalidad de agua superficial es clave para brindar el hábitat requerido por estas aves. Sin este recurso, el incremento en el costo energético de la migración puede tener efectos severos sobre la supervivencia e impactar sus poblaciones. Una perspectiva regional sobre como la disponibilidad de agua cambia espacial y temporalmente nos ayudaría a entender cuales áreas son más probables de ser utilizadas por las aves durante la migración y detectar áreas en mayor necesidad de restauración o protección. Actualmente estamos evaluando la dinámica de inundación entre humedales históricamente importantes para aves migratorias en el Desierto Chihuahuense (Figura 1). Esto nos permitirá tener una mejor comprensión sobre los principales factores que determinan la disponibilidad de agua y, detectar tendencias en los hábitats para apoyar la planeación de esfuerzos de restauración y conservación en esta región.
En su mayoría, los humedales del Desierto Chihuahuense se ubican dentro de cuencas cerradas que varían en estructura y tamaño, y dependen principalmente de la precipitación. A escala regional, esta característica les da, en cierto grado, una independencia hidrológica entre humedales. Por ejemplo, en dado año, un humedal dentro de una cuenca hidrológica podría estar inundado, mientras que la cuenca vecina se encuentra seca. Por lo tanto, cada año encontraríamos humedales bajo diferentes regímenes hidrológicos (inundado, seco, parcialmente inundado, etc.), lo cual se traduce a una diversidad de hábitats que sostienen a diferentes grupos de especies que requieren diferentes niveles de agua (ej. playeros, buceadores, etc.). Estas fluctuaciones en agua superficial son esenciales para la productividad y estructura de los humedales. Durante sequias, solo pocos sitios del Desierto Chihuahuense mantienen agua superficial y la mayoría se encuentran secos, pero en años de alta precipitación, estos humedales resurgen. En respuesta, esta dinámica controla la distribución y abundancia de aves acuáticas a través del tiempo (Figura 2).
Sin embargo, el impacto humano y el aumento en incertidumbre climática están cambiando la dinámica natural de estos humedales y afectando el área disponible y/o la temporalidad de inundación, lo cual potencialmente resulta en la discordancia entre la migración de las aves (fenología de las especies) y las condiciones del hábitat. Recientemente se ha demostrado que otras regiones dentro de las rutas migratorias del Centro y Pacifico están experimentando rápidas disminuciones en agua superficial (ver Haig et al. 2019), mientras que hábitats en el suroeste de Estados Unidos y el norte de México muestran mayor estabilidad, y en algunos casos muestran expansión de agua superficial (ver Donnelly et al. 2020). Esto sugiere que los humedales dentro del Desierto Chihuahuense podrían jugar un papel aún más importante de lo que se pensaba en el mantenimiento de la conectividad migratoria.
Nuestros resultados preliminares respaldan esta teoría, sugiriendo que, de manera colectiva, los humedales del Desierto Chihuahuense se han mantenido hidrológicamente consistentes durante los últimos 35 años (1984-2019). Además, datos climáticos para este mismo periodo indican que la evapotranspiración es el factor más importante en la variabilidad anual de agua superficial, lo cual sugiere que el balance de agua en estos humedales se ha mantenido a través del tiempo ya que, en sistemas endorreicos, el agua solo puede salir de manera natural a través de infiltración al subsuelo y por evapotranspiración. No obstante, individualmente, algunos sitios muestran disminuciones de agua (ej., Willcox, Arizona y Encinillas, Chihuahua) sugiriendo que esfuerzos de conservación y monitoreo son necesarios, y, por otro lado, algunos sitios muestran incrementos en inundaciones (ej., Santa Ana, Zacatecas y Laguna Mexicanos, Chihuahua), los cuales podrían beneficiarse de esfuerzos de protección y manejo.
El ciclo de vida de las aves acuáticas migratorias esta inextricablemente conectado con la disponibilidad de hábitats a lo largo de sus rutas migratorias. Su conservación, restauración y protección requiere de esfuerzos colaborativos entre ONGs, gobiernos, propietarios privados, y científicos a través de fronteras políticas y no-políticas en todos los niveles. Estamos trabajando para proporcionar herramientas que apoyen la conservación de humedales para aves migratorias del Desierto Chihuahuense y más allá, desde una perspectiva cuantitativa a la estructura de la conectividad e impulsores de cambios en el hábitat. Estamos abiertos a la oportunidad de discutir ideas y/o colaborar en temas relacionados. ¡Para conocer más acerca de este y otros proyectos similares, contáctanos!